Fotografía aerea del Complejo Cenagoso de Zapatosa
Fuente: MADS Colombia


Sin duda, las sociedades actuales del siglo XXI se enfrentan a un gran dilema: seguir creciendo y consumiendo los recursos naturales, como lo hemos estado haciendo desde el siglo XX, como si estos fueran infinitos y aislados de su función ecosistémica para el mantenimiento del equilibrio ecológico, o hacer un punto de inflexión y buscar un equilibrio entre el bienestar de la humani
dad y la sostenibilidad ambiental para posibilitar el Desarrollo Sostenible, Económico y Social. 

La elevada capacidad actual del ser humano para la transformación y el uso de los recursos naturales ha acelerado el proceso de deterioro de su hábitat: destrucción de la capa de ozono, emisión de CO2, extinción de especies de animales y plantas, desertificación, contaminación del agua, del suelo y del aire. El desarrollo sostenible busca responder a las necesidades de alimentación, salud, educación y vivienda de la población actual, utilizando tecnología apropiada y garantizando la satisfacción de las demandas de las generaciones futuras (Raidán G.). 

Cabe resaltar que el planteamiento constitucional se basa en generar salud y un ambiente sano, convirtiéndose en un elemento de interés público y una obligación social para todo colombiano de velar por el mejoramiento, conservación y recuperación del ambiente y la protección de los recursos naturales. Desde las Naciones Unidas (ONU) se viene implementando los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, que buscan garantizar el bienestar, la salud, la educación, la seguridad alimentaria y la conservación de los ecosistemas. Es importante destacar que, desde el departamento del Cesar, esta agenda, conocida como la Agenda 2030, ha tenido poca o ninguna incidencia en la protección de los ecosistemas, del agua y el bienestar social y económico de las comunidades del departamento. Asimismo, la Salud Ambiental, como herramienta interdisciplinaria, busca mitigar o corregir los impactos antrópicos sobre los ecosistemas y/o el medio ambiente para garantizar la salud y el bienestar de las comunidades. 

Luis Maestre Orozco 
Valledupar, enero de 2024