Vista aérea del río Guatapurí a su paso por el casco urbano de Valledupar y al fondo la SNSM.
Fuente: Fotografía de Daniel Morales

Cuando pensamos en una ciudad sostenible, se nos vienen automáticamente a la cabeza ciudades como Ámsterdam, Copenhague o Londres, y eso por una sencilla razón: hoy son referentes en el modelo para construir ciudades. Son ciudades en las que se entendió que, para tener una mejor calidad de vida, tenían que pensar en el ambiente en el que se estaban desarrollando, ya que para finales del siglo XX no era el entorno óptimo para ellos. Esto les permitió trazar cinco objetivos clave para el desarrollo social, económico y ambiental:

  1. Acceso a servicios públicos básicos
  2. Acciones de renovación urbana
  3. Reducción de emisiones de CO₂
  4. Promoción de estrategias que reduzcan el consumo desmedido de la población, como el comercio justo
  5. Aplicación de la triple fórmula: reducir, reutilizar y reciclar

Ahora bien, desarrollar estas estrategias en Valledupar no puede leerse ni sonar descabellado, porque hoy la ciudad se encuentra en el punto de inflexión que permite retomar el rumbo del desarrollo. Solo se necesita tener la visión del progreso y las ganas de trabajar, ya que las condiciones están dadas en cuanto al recurso se refiere. Recordemos que desde el gobierno nacional se promueve la sostenibilidad de los territorios.

Valledupar tiene las condiciones ambientales para reconstruirse y ser referente nacional de desarrollo sostenible. Qué bonito sería consolidar una ciudad a partir del río Guatapurí.

Hace un par de días estuve en una reunión entre el alcalde de Valledupar y la organización ambientalista de la sociedad civil, el Foro Ambiental del Cesar. Allí se conversó sobre la agenda ambiental del municipio, en la que se trataron los problemas ambientales más importantes de la ciudad y once puntos relevantes para la consolidación de dicha agenda, todo bajo el concepto de sostenibilidad.

“NUNCA SABREMOS EL VALOR DEL AGUA HASTA QUE EL POZO ESTÉ SECO”: Thomas Fuller, historiador.

Por: Alfredo Quintero García 

Valledupar, febrero de 2024