Senderismo educativo desarrollado por la Fundación Planeta Silvestre
Fuente: @CesarForo

La Educación Ambiental, como uno de los pilares fundamentales en la construcción de una sociedad justa y solidaria en equilibrio con la naturaleza, ha venido despertando cada vez más el interés de los gobiernos, empresas, instituciones educativas y ciudadanos conscientes. Ante los problemas ambientales globales y locales, que afectan la salud, el clima, el agua, las plantas, los animales y los seres humanos en general, es mediante la Educación Ambiental que logramos tomar conciencia no solo de la responsabilidad que tenemos frente a la calidad del ambiente, sino también de las grandes capacidades que tenemos para participar activamente en la construcción de un mundo más amable y menos contaminado.

Es importante volver a la naturaleza, buscar reconciliarnos con ella y restaurar los valores ambientales dirigidos a una mejor calidad de vida para las generaciones presentes y futuras. Esto es producto de la necesidad de crear conciencia ambiental, es decir, buscar que cada uno de nosotros asuma la responsabilidad de modificar sus actitudes y comportamientos de tal manera que pueda orientar su estilo de vida hacia una cultura del cuidado y conservación de las riquezas naturales. También debemos adaptar nuestro estilo de vida, aprendiendo a dejar el consumismo desaforado y perjudicial. Es urgente hacer un alto, tenemos muy malas prácticas. Es muy fácil hacer aprovechamiento desde nuestro entorno, ¡lo único que necesitamos son ganas y mucha voluntad!

La clave está en trabajar con la primera base de la sociedad: “los niños”, quienes siempre están listos y dispuestos, jamás pierden el ánimo, nunca dejan de asombrarse, todo les gusta y además nos ayudan a educarnos de una u otra manera. Esta tarea debe ser con una pedagogía diferente, principalmente por medio del juego, educación con propósito: el ¿por qué y para qué? Ya que la situación actual nos muestra la insensibilidad, la falta de ética ambiental y de respeto hacia todos los seres sintientes que estamos en este bellísimo planeta. Esto ha generado desarmonía y ruptura de la concordancia social y con los recursos naturales renovables.


Por todo lo anterior, seguiremos de manera insistente soñando que nuestros niños sean quienes caminen por el sendero de la sostenibilidad en un país que le apunte a la vida y a un ambiente sano, sin desfallecer, siendo insistentes con programas exitosos que promuevan el buen vivir hasta lograr encontrar la armonía, siendo coherentes de pensamiento, palabra y acción. También, por medio de la convivencia pacífica, rescatando la amabilidad, el compañerismo. Ese es el equilibrio que necesitamos, por medio del roce nace el cariño, recuerda que: “amas lo que conoces”.

Carolina Vargas Nieto
Valledupar, febrero de 2024