Fotografía aérea del predio que estaba siendo intervenido con fines urbanísticos.
Fuente: Equipo de comunicaciones del Pueblo Kankuamo

La urbanización de parte del perímetro, falda del Cerro, en un área de treinta (30) metros de fondo por cuatrocientos (400) de largo, es decir, en una hectárea y doscientos metros cuadrados (1,2 ha.), no solo es un despropósito, si se miran las valiosas características de dicho ecosistema y los beneficios que brinda a la población vallenata, sino también una decisión en contravía de los modernos conceptos de desarrollo urbano, de ciudades verdes y sostenibles capaces de mitigar y adaptarse al cambio climático y de contribuir al buen vivir de sus habitantes. 

Es obvio que no se trata solo de la construcción de viviendas en algo más de una hectárea del cerro Minakalwa; para nadie es una novedad que este será solo el comienzo de la urbanización de todo el Cerro y el atentado contra otros ecosistemas estratégicos de la ciudad y la destrucción de su biodiversidad para reemplazarla por calles, casas, edificios, cemento y ladrillo en una ciudad que no tiene escasez de predios urbanizables.

Impactos ambientales NEGATIVOS que causará la construcción de viviendas en la “manzana F”, de la urbanización Santa Rosalía, en el cerro Minakalwa.  

Entre los impactos más relevantes de la construcción de viviendas en la mencionada “manzana F”, de la urbanización santa Rosalía, podemos señalar los siguientes: 

  • El bosque seco tropical es un ecosistema en vías de extinción. El cerro Minakalwa es una de las pocas muestras representativas, relictos, que hoy quedan de este ecosistema. Someterlo al estrés de la construcción de viviendas es garantizar su destrucción. Un error imperdonable y una equivocación irreparable que nos convertirá en los promotores de un desarrollo urbano anacrónico.
  • El cerro Minakalwa ha sido clasificado, por el concejo municipal de Valledupar en el acuerdo 032 de 1996, como reserva ecológica y patrimonio natural de la ciudad. Destruirlo, talar sus árboles, así sea parcialmente, pone en peligro la biodiversidad de ese remanente de bosque seco tropical y uno de los hábitats urbanos más importante del “azulejo azul”, bello pájaro de la región conocido como el “azulejo vallenato “(Thraupis glaucocolpa).
Extracto del Acuerdo 032 de 1996 del Concejo de Valledupar
Fuente: Archivo del Foro Ambiental del Cesar
  • El flujo normal del agua de drenaje natural y de escorrentía se verá obstaculizado por las treinta y tres (33) viviendas de la “manzana F”. Este represamiento saturará los suelos, de ese lado de la falda del Cerro, generando situaciones de riesgo por inestabilidad y desprendimientos en masa – derrumbes- en las épocas de lluvias.
  • La construcción de viviendas en la falda del Cerro requerirá de la previa nivelación del terreno debido a su pronunciada pendiente. Intervención del suelo que destruirá su estructura física y afectará la estabilidad del terreno. Es un daño considerable no solo del suelo sino de la vegetación que será talada, si se tiene en cuenta el fondo (30 metros) y el ancho (12 metros) de cada uno de los treinta y tres (33) lotes.
  • Durante la etapa de construcción, de esas treinta y tres (33) viviendas, se generarán niveles de ruido que ahuyentarán la avifauna y a muchos otros animales sensibles a las intervenciones humanas en ese ecosistema.
  • La presencia permanente de los habitantes de esas viviendas, aproximadamente doscientas (200) personas, generará olores y contaminación sonora insoportable para los animales que tienen como hábitat natural el cerro Minakalwa afectando de manera irreversible su biodiversidad.
  • El impacto paisajístico, al afectar con las construcciones la visibilidad del Cerro, será irreparable y traumática. Afectará la salud y la tranquilidad psicológica de la población. Acabará con su importancia cultural y destruirá un patrimonio natural y turístico de la ciudad. 
  • La construcción de la primera vivienda de dicha “manzana F”, será la orden de partida y la legitimación para la urbanización de toda la manzana y, después, de todo el Cerro, acabando con todos los beneficios – servicios ecosistémicos- que el cerro Minakalwa le brinda hoy a los habitantes de Valledupar, los cuales fueron ya descritos en este documento. 
  • Cabe resaltar que luego de la pérdida de los servicios ecosistémicos brindados para disfrute de todos los vallenatos, vendrán efectos irreversibles que van a sentirse en toda la ciudad, como la incapacidad de retener el material particulado producido por la contaminacion del parque automotor y la actividad constructora. Lo mismo que el generado por eventos de índole mundial como las tormentas de arena provenientes del Sahara que atentan contra la salud humana.
Mamos del pueblo Kogui recorriendo el cerro Minakalwa y evidenciando el daño a su cultura y el medio ambiente.
Fuente: Archivo del Foro Ambiental del Cesar
  • La presencia de viviendas también causará la interrupción de los corredores biológicos para especies migratorias y poblaciones temporales de fauna, el incremento de la temperatura ambiente y, lo más importante, dejará a Valledupar con 37 hectáreas menos de áreas verdes para sus habitantes. 
Todos estos son impactos ambientales innecesarios, que no se justifican y que en nada contribuyen al bien común ni al desarrollo sostenible de la ciudad.

Foro Ambiental del Cesar
Valledupar, marzo de 2024